La nueva actualización elimina el cliente de e-mail tradicional y obliga a los usuarios a migrar a la versión web de Outlook
Microsoft ha tomado una decisión que no ha sido bien recibida por los usuarios de Windows 10: la eliminación de la aplicación Correo y su sustitución obligatoria por la nueva app de Outlook. Con la última actualización del sistema operativo, este cambio ya es una realidad, generando críticas debido a las diferencias en la experiencia de uso y rendimiento entre ambas aplicaciones.
La llegada de la nueva app de Outlook no es exclusiva de Windows 10, ya que también se ha implementado en Windows 11. En ambos casos, este software se ha convertido en la solución predeterminada para la gestión de correos electrónicos, dejando de lado el antiguo cliente nativo que muchos usuarios preferían. Aunque el ícono de Correo puede seguir apareciendo en el menú de inicio, al hacer clic en él se abrirá directamente Outlook.
Para quienes no están conformes con esta imposición, existen alternativas. Aplicaciones como Wino Mail, que funciona como un clon de la desaparecida app Correo, pueden ser una opción viable para aquellos que buscan mantener una experiencia similar a la que tenían antes del cambio. Sin embargo, la transición forzada a Outlook sigue generando molestia entre los usuarios.
El problema principal con la nueva aplicación de Outlook es que no se trata de un programa nativo, sino de una versión web empaquetada en un software de escritorio. Esto ha llevado a que muchos la consideren menos eficiente y con un rendimiento inferior al de la aplicación Correo. Además, su diseño, basado en la interfaz de la versión web, no ha sido bien recibido.
Otro punto de controversia es la integración de publicidad dentro de la plataforma. La presencia de anuncios en Outlook no es nueva, pero ahora afecta a los usuarios que antes podían gestionar su correo sin interrupciones. Microsoft ha dejado claro que la publicidad seguirá formando parte de su ecosistema, ya sea en el correo, las notificaciones del sistema o en otras áreas de Windows.
La actualización que introduce este cambio, identificada como KB5051974, se ha desplegado para las versiones 21H2 y 22H2 de Windows 10 como un parche de seguridad obligatorio. Aunque no hay forma de evitar su instalación, aquellos con privilegios de administrador pueden optar por desinstalar Outlook después de la actualización, aunque la eliminación no garantiza que el sistema no vuelva a reinstalarlo en futuras actualizaciones.
Escrito por: Daniel Martín
⇒Foto: Hipertextual
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